Pero Cristián muere y nadie le explicará a Roxana la verdad de la historia hasta mucho tiempo después.
Esto resulta demoledor para Cristián y euforizante para Cyrano.
Roxana, cada vez más impresionada del espíritu de su amor, confiesa a Cristián conmovida, que si bien el amor hacia él comenzó por el atractivo físico, ahora era su alma lo que ella amaba.
Cyrano pacta con Cristián escribirle las cartas de amor a Roxana, pues de esta forma logrará al menos expresarle a su amada sus sentimientos.
Roxana, por su parte, está enamorada de Cristián, otro soldado. A diferencia de Cyrano, Cristián es guapo, pero no es elocuente.
Está enamorado de una mujer hermosa, su prima Roxana, pero dada su propia fealdad, no espera nada de ese amor.
Cyrano de Bergerac es un soldado poeta, orgulloso y sentimental, pero su mayor defecto es poseer una gran nariz hasta lo ridículo.